El dia de mi funeral
Como quisiera compartir las cosas que desde aquí puedo ver, el futuro el ayer
toma el tiempo en crecer y saber en qué dirección tus ramas vas a
extender.
Como el plumaje de las aves que veo nacer al igual mis hojas, me
visten sin querer,
de la estación de moda del año
para disfrutar con placer
admirando el diseño de mi hermosura
como una obra de arquitectura.
Muchos se acercan a mi esplendor
refugiándose del calor del sol
para compartir un abrazo
un saludo, una flor
sin percatarse de mi presencia sin reconocer mi labor,
sin darse cuenta que han recibido un favor,
asimismo, se alejan sin siquiera decir, gracias señor.
Mi tarea es ardua, no es fácil traer agua a tanta rama, hoja, y flor.
Y protegerlas de mis enemigos
el rayo el viento y el temblor
y todo eso en los buenos tiempos
cuando todo es mejor.
Se acerca el invierno y a mis hojas les tengo que decir adiós
me quedare desnudo, solo un recuerdo será el calor.
es un juego de vida o muerte entre el invierno y yo
¡La apuesta esta abierta para ver quien tiene más suerte!
Lo que el invierno no sabe es que en mi alma abundan raíces
profundas y fuertes
para enfrentar la soledad el frio y el dolor
y no importa que nadie a mí me recuerde me agradezca o me de
honor.
Así es la vida de un árbol
Y su esplendor.