El corazón no dice nada, se ha quedado
callado, sabe que fue su culpa, el estar
quebrantado. Pobre tonto amigo,
moribundo lo han dejado.
Mi conciencia examina el caso, y nos
informa diciendo, esto no es ave de paso,
es culpable el acusado, no hay duda
alguna, está sentenciado.
Mi mente se forma como un gran soldado
escuchando atenta, lo que se ha planeado,
sin miedo a la muerte, marcha mi mente
como un soldado valiente, gritando muy
fuerte, ¡Misión Cumplida! En el momento
apropiado.
Tranquila y en calma mi alma lamenta
que se haya perdido el tiempo en esta
afrenta, con toda esta gente que le falta
conciencia, ¿Por qué hay gente mala? ¿Por
qué hay gente buena? ¿No es esto es lo
que produce un alma en pena? ¡¡¡Pero
hoy!!! Esta noche después de esta
contienda mi alma segura se encuentra
contenta y serena.